Aún la escucho, aunque
esos pasos podían ser los utensilios
que arroja la gravedad.
Aún la siento, en la ternura
del olvido que omitió su nombre.
En el relámpago, que traía el crepitar
de arcoiris descolorándose.
Y esas lágrimas seguirán por el iris tecino
de las rosas.
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me gusto mucho este poema.
ResponderEliminarmaestro Ud. es un buen poeta..no lo olvide,muestre ese talento
maestro O'Kuingttons, siempre he pensado que su poesía es muy buena: muestrela más.
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